ANTECEDENTES
A veces no somos conscientes de las “facilidades” que tenemos hoy en día a la hora de viajar. El mundo entero esta cartografiado, cualquier persona tiene un gps en su móvil y hay carreteras y rutas por casi todo el mundo. Pero no siempre ha sido así. A finales del siglo XIX principios del siglo XX las expediciones polares estaban de moda. La carrera por conquistar el polo norte y el polo sur había comenzado. Exploradores como Shackleton, Scott o Amundsen se enfrentaban no solo a un clima completamente adverso sino a un terreno totalmente desconocido que ellos mismos eran los primeros en recorrer.
Ernest Shackleton era uno de estos aventureros, locos por el hielo y las experiencias polares. Tuvo su primera experiencia en en la Antártida en una expedición que comenzó en el 1901 y acabó en 1904 de la cual tuvo que regresar anticipadamente por motivos de salud. Años más tarde en enero de 1909 el propio Shackleton lideró una expedición que intentaría llegar a pie al polo Sur. Fue la expedición Nimrod que le llevaría a él y a tres compañeros más al punto mas al sur jamás pisado por el hombre alcanzando la latitud 88ª 23’s (a unos 190km del polo sur). A la vuelta de esta expedición que él había liderado y por la cual fue nombrado Sir por el rey Eduardo VII, Shackleton necesitó un tiempo para recuperarse económicamente. Regresó a Inglaterra y llegó incluso a convertir el barco de la expedición, el Nimrod, en un museo por el que cobraba entrada.
Por esas mismas fechas el explorador Robert Edwin Peary se convirtió en el primer explorador que llegó al polo norte el 6 de abril de 1909. El noruego Ronald Amundsen estaba en ese mismo tiempo preparando una expedición con el mismo propósito de conquistar el polo norte. Cuando se enteró que su compañero estadounidense lo había conseguido ya, decidió seguir adelante con la expedición, pero cambiando el objetivo por el polo sur, al que nadie había llegado aún.
Al mismo tiempo y con el mismo objetivo de conquistar el polo sur comenzó también la Expedición Terranova liderada por el inglés Robert Falcon Scott. Shackleton ya había estado previamente en una expedición con Scott pero esta vez no pudo ir debido a que aún estaba pagando las deudas que le había dejado la Expedición Nimrod.
Amundsen y Scott partieron casi al mismo tiempo desde puntos diferentes a la conquista del polo Sur. Amundsen llego primero el 14 de diciembre de 1911, dejando montada una tienda de campaña con algo de equipación una carta dentro para que el inglés Scott no tuviera duda de que Amundsen había llegado primero.
Scott llegaría al polo sur el 17 enero, tan solo 3 días después que Amundsen. Scott y los otros 4 hombres de su expedición perdieron la vida en el camino de vuelta del polo sur a tan solo 9 millas del campamento base.
LA EXPEDICIÓN

Shackleton vio truncado su sueño de conquistar el polo sur, pero no se rindió. Su nuevo reto era hacer una expedición que fuera la primera que cruzara la Antártida de lado a lado pasando por el polo sur, más de 2900km por tierras inhóspitas y completamente vírgenes. Recordemos que Amundsen en su conquista del polo sur salió desde la barrera de hielo de Ross, regresando al mismo punto. Shackleton quería hacer una expedición con un grupo de 6 hombres que saldrían del mar de Weddell, exactamente de la bahía Vahsel y llegarían por tierra hasta el estrecho de McMurdo, en el otro extremo de la Antártida . Sería la Expedición Imperial Transantártica también conocida como expedición Endurance.

El barco Endurance fue diseñado para perdurar en condiciones extremas de clima polar. Su tripulación de 28 personas zarpó el 8 de agosto de 1914 de Plymouth con destino Buenos Aires. Allí recogió a los 69 perros que servirían para tirar de los trineos en la expedición. El Endurance con sus 28 tripulates y 69 perros nunca llegaría a cruzar la antartida. El barco quedó atrapado en la banquisa de hielo cerca de la Bahía de Vahsel en enero de 1915. Durante dos años aquellos 28 hombres lucharon por su vida en condiciones extremadamente duras. Varios libros narran todas las aventuras y penurias por las que pasaron, difícilmente imaginables a día de hoy.
LOS LIBROS
El libro Atrapados en el hielo de Caroline Alexander narra la historia de supervivencia de estos hombres. En la narración se apoya e intercala en el texto fragmentos de los diarios de a bordo de diferentes miembros de la tripulación. Narra no solo la lucha del hombre contra la naturaleza sino también de la naturaleza humana de esos hombres y la convivencia entre ellos y como Shackleton medió en muchos conflictos a lo largo de la expedición.
El libro va ilustrado con fotos de incalculable valor que el fotógrafo Frank Hurley tomó durante la expedición. Parte del material del propio Hurley se perdió en el polo sur pero lo que llegó de vuelta nos hace mucho más fácil imaginar en las condiciones en las que aquellos hombres sobrevivieron en la Antártida.
Sobre la misma temática puedes encontrar el libro Sur escrito por el propio Ernest Shackleton. Este libro no tiene ilustraciones y está más centrado muchas veces en temas más «técnicos» como la dirección del viento o el tipo de hielo y animales que encontraban. Sin embargo al ser el propio Shackleton, organizador de la expedición, quien narra toda la experiencia explica como se sentía responsable por todos los hombres de la expedición y como intentó en todo momento mantener el ánimo de la expedición y salvar las vidas de todos ellos. Shackleton se va viendo como su objetivo va cambiando de su aventura inicial de cruzar el continente Antártico, a una cuestión de supervivencia al final. Leyendo el libro te parecerá alucinante la capacidad de aquellos hombres de aguantar temperaturas polares sin apenas comida, ropa o refugio.
En cualquiera de los dos libros es una historia que no te puedes perder de aventureros y exploradores de los de antes.
¿Y tú? ¿Te atreverías a vivir una aventura como la de Shackleton y sus hombres?
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Febrero 2017